Muy cerquita de Quito existe un lugar rebosante de biodiversidad. Simplemente paseando por sus alrededores, a las horas adecuadas, podremos observar una increíble variedad de aves. Los más atrevidos, pueden buscar un guía para dar un paseo nocturno y observar ranitas, insectos y quién sabe? Quizás alguna sorpresa más… 😉















































