El viaje a la isla de Borneo en Malasia ha sido agridulce. Intentamos ir mentalizados de ver deforestación por la palmera del dichoso aceite de palma pero hasta que no lo ves no puedes imaginar la magnitud del problema. Cuando el avión se alza y tus ojos no llegan a ver el final de las plantaciones o cuando haces un trayecto en autobús de 5 horas y mires a donde mires solo ves palmeras para el aceite de palma es cuando entiendes que no hay marcha atrás.

Todo y con eso han respetado pequeñas zonas: los parques naturales y algunas riveras de los ríos como el Kinabatangan. Lo cual es penoso puesto que los animales se aglutinan al borde del río porque detrás solo hay palmeras, palmeras y más palmeras, de las que la mayoría de la fauna no se puede alimentar, ni tampoco desplazar (excepto el elefante pigmeo).

En fin, dentro de poco solo nos quedarán las fotos de Frans Lanting para disfrutar de la naturaleza de las junglas más espectaculares de la tierra, pero de momento dejo algunas fotos de la fauna que pude observar en LIBERTAD y SALVAJE en la isla de Borneo, nada de pseudo centros de recuperaciones, ni nada similar.